Biblioteca Popular "Coronel Dorrego"

Mensaje anual de la Comisión Directiva, leído por la actual tesorera: Patricia Álvarez


Señoras, señores, autoridades de instituciones, amigos, socios y vecinos.

82 años han pasado ya desde aquel 21 de mayo de 1928 en que nuestra Biblioteca fuera fundada por un grupo de vecinos entusiastas.

Al amparo de toda la comunidad y sostenida por el esfuerzo de numerosas comisiones de vecinos, nuestra institución atravesó el tormentoso siglo XX que la viera nacer, siguiendo al unísono los latidos de nuestra sociedad.

En su seno, las alegrías y tristezas…los anhelos y las frustraciones, fueron solidariamente compartidos entre todos, haciendo que cada día que pasara, la Biblioteca Popular “Coronel Dorrego”, fuera sentida un poco más cerca, un poco más linda, un poco más nuestra.

Así llegamos hasta el día de hoy: 21 de mayo de 2010…

Hemos entrado definitivamente en el siglo XXI…

Muchos de nuestros sueños se han concretado… pero otros… siguen allí… esperando el momento de su realización.

Los que ya doblamos la esquina de nuestras vidas, todavía no vemos pasar sobre nuestras cabezas, los autos voladores, que cuando niños, imaginábamos ver, para estos tiempos.

Muchas cosas han cambiado, es cierto, pero muchas otras, lamentablemente no.

En un mundo cada día más virtual, sigue afirmándose la concreta realidad del hambre.

La violencia, las guerras, la incomprensión y la intolerancia, nos siguen acompañando como especie, a pesar de todos los avances tecnológicos y sociales.

Como una sombra… estos males que nos siguen desde tiempo inmemorial, sólo pueden disiparse con la luz que enciende, en el espíritu del hombre, un intelecto cultivado.

Allí es donde cobra vigencia la entrañable labor de nuestras bibliotecas, que valiéndose de todas las armas que pone a su alcance la tecnología actual, popularizan el conocimiento, acercándolo a sus comunidades, difundiendo el pensamiento, las artes y las ciencias.

Multiplicando el valor intrínseco del libro: “su contenido”, por encima de las fronteras que le imponen sus hojas de papel, transmitiéndolo a la velocidad de la luz, poniéndolo al alcance de millones de personas en un mismo instante, popularizando la palabra escrita… que seguirá siendo palabra, esté impresa en una roca, en un papiro, en un papel o en una pantalla electrónica.

Por eso no bajamos los brazos y seguimos levantando la vista para mirar más allá del presente. Doscientos años de Patria ya vividos, nos deben servir para reconocer con claridad, el camino que debemos seguir en el futuro.

No equivoquemos el rumbo, no perdamos de vista, cual es el objetivo final de todos nuestros esfuerzos y no solamente mantendremos nuestra vigencia como institución, sino que habremos contribuido ciertamente, a construir y consolidar una sociedad mucho mejor.

Muchas gracias.
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